Primeiro a entrevista não?
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http://www.gente.com.ar/nota.php?ID=14374
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"“MÁS QUE UN CUERPO PERFECTO, NOS SEDUCE UNA MENTE INTELIGENTE”
Los rumores dicen que mantienen un romance oculto que jamás van a revelar. Lo cierto es que se conocen desde hace quince años, pero es la primera vez que trabajan juntos. Son los protagonistas de Lalola, la comedia éxito de América que se vendió a cuarenta países, incluida la Sony Pictures de los Estados Unidos. Carla (34) con su primer protagónico en tevé se ganó los elogios de la prensa mundial. Y Luciano (33) se consolidó como actor y adquirió fama de sex symbol. Ahora, a solas, hablan de seducción, fama, sexo, amistad, ¿romance? y más.
Son más que compañeros de trabajo. Son más que amigos. Son más que cómplices. ¡Ah, no! Un rotundo ¡no! Carla Peterson (34) y Luciano Castro (33) juran que hasta ahí llegan. Y quien quiera creerles, que les crea. El que no, que piense lo que se le venga en gana. Ellos saben, dicen, todo lo que los une. Y con eso les alcanza.
–¿QUÉ ONDA ENTRE USTEDES?
Carla: Nos conocimos en nuestros primeros pasos. Ibamos a la misma escuela de actuación. ¿Qué año habrá sido? Noventa y…
Luciano: Noventa y tres, pero nunca habíamos trabajado juntos. Nos conocíamos mucho, porque tenemos amigos en común.
Carla: Cuando me enteré de que él había hecho el piloto de Lalola, dije: “¡Guauuu! ¡Qué bueno trabajar con Luciano!”. Porque yo seguía toda su carrera y me encantaba.
Luciano: ¿Eras mi fan?
Carla: ¡Si te conté que era fan tuyo...! Además, me ponía muy orgullosa verlo rodeado de buenos directores, haciendo tan buenas obras de teatro… Cuando me mandaron el piloto y lo vi a Lu, no dudé. Me fascinó el proyecto y saber que iba a trabajar con él.
Luciano: ¿Te acordás lo lejos que estábamos?
Carla: (Risas) Siií. Cuando nos dijeron que habíamos quedado como protagonistas, yo estaba en Italia y vos en el campo.
Luciano: Moría por hablar con ella, necesitaba verla, charlar, y no podía encontrarla. Ahora, ¿me podés decir para qué te habías llevado el celular? Jamás lo atendías.
Carla: Lo tenía ahí por las dudas. Pero te llamé. Y la vez que te encontré, yo estaba en un teléfono público del Vaticano (risas).
Luciano: Y no te escuchaba nada. Lo único que decía era: “Volvé, volvé que necesito hablar”. Creo que nunca en mi vida esperé tanto la llegada de una mujer…
EL:
Luciano Castro jura que está solo. Tiene 33 años y un hijo, Mateo, de seis. Nació en Villa del Parque y a los quince ya integraba una preselección argentina de futbol. Su padre, Daniel, o Pocho, fue arquero del club Chacarita. De él no sólo heredó la pasión por la pelota sino también por el boxeo, deporte que empezó a practicar a los 16. Cuando ya había debutado en televisión (fue en Jugate conmigo, el programa de Cris Morena), tuvo que elegir entre el ring o las cámaras. “En la Federación tuve que optar por convertirme en un profesional o dedicarme a otra cosa. Agarré las cámaras, pero nunca terminé de abandonar los guantes. Es el día de hoy que el ring me apasiona, soy un comepiñas. Pelear es un deporte muy completo, que le inculqué a mi hijo y que él también adora”, cuenta. Desde entonces, la luchó en la tele: hizo Montaña rusa, otra vuelta (1995), Como pan caliente (1996), RRDT (1997), Campeones de la vida (1999), Los Roldán (2004) y El tiempo no para (2006). Y también se subió a las tablas, incluidas las del prestigioso teatro San Martín. Ahora nomás, no bien termine con Lalola, protagonizará Toda la gente sola, la nueva película de Santiago Giralt. De su vida personal poco se sabe y nada quiere que se sepa. No se siente cómodo con la exposición, dice. Sin embargo, es público que fue novio de la locutora Elizabeth Vernaci durante tres años.
–¿TE BANCÁS ESTE NUEVO ROL TUYO DE SEX SYMBOL?
Carla: ¡Sí, Lu, las chicas gustaron mucho de vos! Yo coincido: Luciano es nuestro nuevo sex symbol. Las mujeres mueren por él y la verdad es que hacen bien, porque es un hombre hermoso por donde se lo mire. Es re lindo Lu...
Luciano: Sí, y las chicas también gustaron mucho de ella.
Carla: Yo quise mucho también a las chicas en este programa. Tuve esa cosa homosexual, bisexual… ya no sé cómo llamarla...
Luciano: Por las dudas, Carlita nos miraba un poco a todos.
–¿Y VOS QUÉ ES LO PRIMERO QUE MIRÉS EN UNA MUJER?
Luciano: Detesto hablar de mi intimidad. Y te aviso que no respondo al estereotipo del macho argentino: no soy mujeriego y hace años que no me fijo en las medidas perfectas.
Carla: Te contesto yo: a Lu le gustan las mujeres inteligentes.
Luciano: Y a Carla los hombres inteligentes. Más que un cuerpo perfecto, que hoy se ven muchos, nos seduce una mente inteligente…
Carla: Bueno, che, aclaremos que existen hombres y mujeres con ambas virtudes. Pero sí, a la hora de elegir, prefiero que tengan dos dedos de cerebro. En realidad, me atraen los hombres que no dan problemas.
ELLA:
Carla Peterson logró despegarse de “la mala simpática”, un rol para el que todos la llamaban. Nació en Córdoba hace 34 años y cuenta que descubrió su vocación a los cinco. Ya de chica estudió danza jazz, tap, canto y actuación. En su currículum dice que habla inglés, italiano y español neutro. Arrancó en la tele con Montaña rusa y no paró más: siguió con Naranja y media, Verano del 98, EnamorArte, Son amores, Pensionados, Amarte así, tuvo su papel en Mujeres asesinas y fue una de las revelaciones de Sos mi vida. Amante total de Shakespeare, llevó varias de sus obras a escena. De su vida personal se sabe que tiene un papá que fue instructor de aviación, que su mamá es abogada, que tiene tres hermanos y que también odia que se metan en su privacidad. Pese a eso, confía que tiene un novio francés que está radicado en la Argentina.
–VENÁS DE TENER UN PERFIL MUY BAJO. ¿CÓMO TE TRATA LA FAMA?
Carla: Me cuesta un poco. Intento seguir haciendo mi vida como siempre. Y no siento que la exposición tenga que ser parte de las reglas del juego.
Luciano: Yo no sé si soy buen actor, pero siento que logré cierto respeto. En la calle la gente se ubica. Me saludan tranquilos. Mi vida es la misma: mi hijo es el mayor éxito y si bien el laburo me apasiona y me divierte, mi familia es mucho más importante que todo eso. A esta edad no me marea la pantalla.
–LALOLA LES ABRIÓ LAS PUERTAS AL MERCADO INTERNACIONAL. ¿SE IRÍAN A TRABAJAR AFUERA?
Carla: Yo sé que ahora se me abren muchas puertas. Primero me voy a tomar unas buenas vacaciones, y después pienso aprovechar todo lo que venga a nivel laboral. Adoro mi trabajo, y si me llaman de otro país, me la jugaría, desde ya.
Luciano: Nunca fantaseé con trabajar en Hollywood, por ejemplo. Por un tiempo, quizá… Pero mi única ambición es que me sigan contratando las productoras de acá.
–DICEN QUE TODOS TENEMOS UNA PARTE FEMININA Y UNA MASCULINA. ¿ES ASÍ?
Luciano: Yo baño a mi hijo, le doy de comer, lo visto, le juego, lo llevo, lo traigo, le hago upa, le leo cuentos y eso es paternal, no lo veo como algo femenino. ¿Mi lado femenino…? No sé, me gustan tanto las mujeres que quizá sea “lesbiano”.
Carla: Yo tuve que hacer el ejercicio de separar las cosas típicas del hombre y de la mujer para crear este personaje, y me resultó muy divertido. Luciano, por ejemplo, rompe el molde, porque él es padre soltero, cuando generalmente es la madre la soltera.
Luciano: (Hace que llora) Soy un perdedor… (ahora con ínfulas) ¡Y me encanta romper el molde! No creo en el ganador, en el hombre perfecto. Si alguien no lo sabía, lo lamento, pero los superhéroes no existen… Todos tenemos nuestros flancos débiles. Yo los tengo y me hago cargo. En la vida, por ejemplo, soy re aburrido.
Carla: Eso es mentira. Es uno de los tipos que más me hacen reír.
–LUCIANO, ¿CÓMO ES CARLA?
Luciano: ¿Yo qué sé…? ¡Qué difícil!
–SUPONÉ QUE SE LA PRESENTÁS A UN AMIGO. ENTONCES LE DECÍS: “TENGO UNA MINA PARA VOS QUE ES…”
Luciano: No, yo no se la presento a nadie. A nadie. Tengo una mina para mí.
-HAY QUE CONFIAR EN LOS RUMORES ENTONCES. HACE DÍAS, LOS VIERON CENANDO EN SAN TELMO, Y SE HABLÓ DE ROMANCE...
Luciano: ¡Son unos boludos! Sí, fuimos a comer, ella yo y cinco amigos más, todos hombres. Carla era la única mujer. Es más, cuando terminemos esta nota pienso llevarla a la casa. ¡Qué obvia es la gente!
Carla: Es que muchos nos quieren ver de novios en la vida real. Es más, el otro día una señora me dijo: “Pero yo quiero que vos te pongas de novia de verdad con Luciano…”. Y debo reconocer que al principio de la tira a mi mamá le gustó tanto, que quería verme con él. Ahora ya se le pasó.
Luciano: Qué fantasías se hace la gente, ¿no? No voy a dejar de llevar a Carla a su casa en mi auto para evitar un chisme.
Carla: Y preparate ahora. ¿Sabés todo lo que van a decir cuando nos vean juntos en la misma cama? (risas)
–LA AMISTAD ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER: ¿UN IMPOSSIBLE O UNA POSSIBILIDAD?
Luciano: Una realidad. Se puede tener una amiga sin co…, sin llegar al sexo. Tengo dos o tres mujeres en quienes confío plenamente y una es Carla. Es mi confidente. Esa confianza cotiza en bolsa, hay temas que sólo toco con ella.
Carla: Yo soy varonera y tengo amigos varones. Pasa que uno después no se ve tanto. Luciano, debo confesarte que cuando termine el programa ya no va a ser como ahora.
Luciano: Pero vas a saber que cuando me necesites voy a estar. Esa es la amistad de verdad, la única que sirve.
Carla: Por eso nos llevamos tan bien. ¿O no, Lu?
–¿ME VAS A DECIR CÓMO ES CARLA O NO?
Luciano: Decir que Carla es linda y simpática, basta con verla… Es una mina noble. No tiene doble discurso, cosa que en este medio es muy valorable. Es buena compañera, divina, inteligente, talentosa, buena gente…
Carla: Pará que ahora me toca a mí. Luciano, para empezar, es una persona muy querida por mí. Tiene un buen corazón. Tiene unas ideas increíbles. Como actor lo admiro muchísimo, me encanta. Tiene una mirada, una sonrisa… Luciano es encantador, sincero…
Luciano: Es cabrón.
Carla: Sí, es cabrón. Y es re lindo Lu.
–¿VEN QUE HACEN UNA LINDA PAREJA?
Luciano: Pensémoslo, Negra.
Carla: Y, dale. ¿Qué hacés esta noche?
Luciano: ¿Vamos?
Carla: Vamos…
Producción: Sofía Delger y Carol Schmoisman.
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